"... pero por más virtual que se permanezca, la herida posible es asignada, ella carga con la memoria enlutada de una lesión irrecusable: se podría creer que es más vieja que uno, uno puede haberla olvidado pero sigue dictando el lugar y el tener-lugar de todos los golpes a los que somos sensibles, de todos los golpes de la suerte que esperamos y que tememos como si, incluso los peores, necesariamente los deseáramos."
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